ECUATORIANOS RAROS, ÚNICOS…

25.03.2021

Por Regina Zambrano Reina.

El investigador, Walter Naranjo Salas, en "Los libertadores. Carlos Montúfar, espada y escudo del Estado de Quito" reseña las calamidades y desastres naturales soportado por la Sierra en el siglo XVIII. Actualmente tenemos desastres tanto antropogénicos como naturales. Vivimos dos clases de calamidades, algo semejante a lo de aquel siglo tan nefasto no solo en aspecto humanos sino económico y estructural al haber registrado veinte erupciones volcánicas del Cotopaxi, Tungurahua, Sangay, Reventador y Quilatoa; trece terremotos destruyendo Riobamba incluso obligando a nueva reubicación, afectó también Ambato, Latacunga, Quito, Otavalo, Ibarra, "generando miles de víctimas y daños considerables en las comunicaciones, infraestructura, actividad agrícola, ganadera y comercial quiteña, efectos que llegaron incluso a la zona septentrional de la Real Audiencia de Quito, Pasto, Cali, Popayán.

Para completar ese siglo dantesco, surgieron trece epidemias: viruela, gripe. tifoidea, entre otras, donde brilló los conocimientos de nuestro Eugenio Espejo, según el historiador Alfonso Ortiz: "Las razones expuestas para el origen de esa enfermedad fueron "... desaseo general, el mal pan, la confección venenosa de licores espirituosos, la escasez de víveres, el descuido en la cría de puercos, la falta de excusados y retretes para impedir que indios y mestizos excretaran en las calles y plazas", es decir, confirmó que el causante mayor sigue siendo la falta de higiene.

¿Cómo escapar a estas catástrofes? ¿Se cumple lo dicho por Humboldt en 1802? "los ecuatorianos son seres raros y únicos: duermen tranquilos en medio de crujientes volcanes, viven pobres en medio de incomparables riquezas y se alegran con música triste".

¿Podemos evitar tamaña denominación? Sí podemos. La destrucción de vías de comunicación al ser embardunadas, sin programas de aludes, desahogo de las correntadas de agua de las montañas, pérdida de materiales por mezcla inapropiada, fisuras, asentamiento por la no resistencia del subsuelo por aguas subterráneas y más defectos no considerados oportunamente. Resultado: pésimas vías de comunicación con sus secuelas de perjuicios.

Los desastres naturales, ¿Cómo enfrentarlos? La Secretaría de Gestión de Riesgos originada en la Constitución, Ley de Seguridad Pública y del Estado y su reglamento, debe tener fundamentado el plan de seguridad integral (art. 3 literal a) prevé la identificación de los riesgos de orden natural..., para reducir la vulnerabilidad que afecten o puedan afectar al territorio ecuatoriano.

La forma cómo organizó la distribución, ayuda y rescate para los damnificados en el fatídico 16 de abril de 2016, unido a los que estamos padeciendo, parece no ajustarse a dicho requerimiento, recordando el pensamiento de Fernan Braudel (siglo XVIII) "la Naturaleza es agente de la Historia".

Como país nos debemos esta protección irrenunciable e impredecible en el tiempo por la invariable circunstancia de nuestra ubicación territorial. Además se deberían crear o separar fondos intocables so pena de ser destituida la autoridad que pretendiera darles otro destino que no sea atender los desastres antrópicos o naturales, igual que hace Chile sin tener que solicitar ayuda externa, en verdadero ejercicio soberano.

Guayaquil a 23 de marzo de 2021.

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